Desde el pasado Martes he decidido darle una pausa existencial a las historias de las que se nutre este blog, y no se debe a la falta de ellas, más quisiera, sino a un nuevo contrato laboral que me tendrá ausente, pero no del todo. Mientras organizo lo sistemas vitales y carburo mi disco duro, os invito a que veáis los posts escritos hasta esta fecha, que son muchos y variados, y os dejo con unas piezas para que escuchéis mientras los leéis: os sumergirá en una atmósfera adecuada para llegar a entender los escritos.
Pieza nº 1:
Ay de aquel que ose no utilizarla cuando el tiempo corre negro. Especialmente dirigida para momentos de tenebrosidad literaria y repiqueteo de oxidadas rótulas.
Pieza nº 2:
JAZZ, con mayúsculas y sin admiraciones: especialmente indicada para estados de tedio y lecturas livianas, abstractas e irrisorias. Una alucinante melodía para universos frikis de medio pelo o flequillo pectoral. También se aconseja para imitadores de coste cero y misteriosa personalidad múltiple, sin drogas detectadas en el hálito y con humores reptilianos en sus nalgas presurosas.
Pieza nº 3:
Epopeya metal para mentes impúdicas, capaz de trastocar el amor por los pies descalzos en una manada de ruiseñores aletargados tras las barbas de la insalubre perfección, desafiando las epifanías de los pensamientos divergentes, y de los jevis de toda la vida por supuesto.
Pieza nº4:
Erotic Jesus!!! Lay with his Marys. Love his Marys...Que más se puede decir. Apropiada para cualquier relato, historia, capítulo e incluso pasaje, ¡toma ya!, y altamente recomendable para los minutos de videoconsola: ¡ah!, ¿ya llevamos cinco horas? Con los juegos de conducción e introspección, este tema es como...Este es un mensaje del FBI, prohibido hacer apología de las drogas...pues eso, como la tila salvaje.
Bueno, espero que os sirva para algo este post, no sé siquiera si lo leeréis...Buah, todos los temas duran una eternidad: ¡Qué rollazo!...pero ahí queda eso. Y ahora, encima, una foto de los pitufos colocados:
Anda que no. Al que encuentre a la pitufina le regalo una porra, aunque si es demasiad@ delicad@, que poco me gustan las gilipolleces de las arrobas, pero bueno está, hay que ser "moenno", se lo cambio por un churro, que me salen cojonudos.
A mandar, y dejadme algo de chocolate que se me están enfriando las pantorrillas, mejor me lo mandáis por fax o vía troyano que me llega antes.
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Su tabaco, gracias.