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Mostrando las entradas etiquetadas como relato

Odisea tipo pilsen: Mejor no me levanto (3)

Ya con el equipaje en la mano, me dirigí al primer mostrador de la compañía Brussels Airlines para preguntarles que debía hacer para alojarme en el hotel. Resultó ser que dicho quiosco era para reclamar daños o pérdida del equipaje y me dijeron: “Salida. Escalera izquierda encima allí está.” Para mí parecía un jeroglífico así que seguí la indicación de salida y salí por las llegadas: aquello era un caos de taxistas con los nombres de los pasajeros que debían llevar y de las compañías para las que trabajaban. Comprobé que no había nada a la izquierda y me dirigí a la derecha donde un señor de Brussels Airlines que no se defendía en inglés me dijo que: “Upstairs”. Conseguí ver las escaleras mecánicas y subí a la terminal de salidas. Mientras intentaba dar con el mostrador de la compañía que me arreglara lo de mi estancia en Bruselas observé que se anunciaba un vuelo para Praga a las 21:00. Eran las 20:20 y creía que no me daría tiempo. Llegué a la ventanilla de la compañía y le c...

Odisea tipo pilsen: Mejor no me levanto (2)

Mientras meditaba sobre toda aquella concatenación de hechos maquiavélicos que a cualquiera sumiría en el más profundo de los autismos esperando que se cayese al suelo la primera caja de palillos mondadientes para decir: “145, la caja trae 300” , decidí sentarme y dejar que el tiempo pasase sin tocar nada y sin decir nada. Era lo mejor, tal y como estaban las cosas podría ocurrir que me acabara saltando un ojo al intentar ojear una revista o romper con mi enorme cabeza cualquiera de las cristaleras del aeropuerto con la consiguiente llegada de las autoridades deteniéndome por atentado terrorista. Me mantuve al margen de todo y contemplaba como los pasajeros del vuelo a Bruselas comenzaban a relajarse, a reír viendo que estaba pronta la salida. Preferí inducirme un coma social instando a mi cerebro a que permaneciese atrapado en su guarida: “Como intentes algo te corto las pelotas”. Y funcionó hasta que le dio por pensar que si todo había ido tan mal a lo largo del día podría su...

Odisea tipo pilsen: Mejor no me levanto (1)

Dicen que lo qué mal empieza mal acaba, pero los gitanos también dicen que no quieren buenos principios porque significaría que iría a peor. No sé como calificar estas expresiones porque a fin de cuenta sólo son eso: parte del refranero popular que a veces se cumple y a veces no, pero pueden servir para calificar algunas acciones que ocurren puntualmente en nuestra existencia, aunque a mí lo único que hacen es dejarme en shock. Como cuando te has comido unas setas de esas que dicen que no debes comer porque: “No matan, pero producen alucinaciones”, eso fue lo que me dijo un doctor de los que parece no haber probado nunca nada, con una voz grave que salía con seguridad de su boca mientras hinchaba el pecho como un pavo y me miraba con condescendencia : “Bueno, pues si producen alucinaciones habrá que probarlas”. En esta vida hay que saber de lo que se habla, si no lo has probado no puedes decir nada sobre ello.  Meditando sobre todo ello llegué a la parada del autobús con l...

Esperando al tren: 2ª parte

El despertador sonó a las cinco de la mañana como cada día. Raúl surgió de entre las sabanas con una cara de espanto y asco que rayaba lo sublime. Odiaba levantarse tan temprano, pero no le quedaba más remedio. Aún con los ojos cerrados por una legión de legañas, se dirigió al baño y mecánicamente, realizó su aseo personal de cada mañana. Se metió en la ducha y bajo el chorro continuo, sus músculos comenzaron a reaccionar, estirándose mientras en su cabeza retumbaba una cancioncilla terca y repetitiva: "A veces la miro y lloro y lloro..., ¡manda huevos!", se dijo tratando de exorcizarla. Tras finalizar la remojada matutina, secaba el espejo, lanzaba una mirada curiosa y comenzaba a poner caras graciosas de manera continua e   impulsiva. Cogió la espuma de afeitar y una maquinilla desechable del cajón que le correspondía en el reparto familiar de los enseres del cuarto de aseo, y comenzó una de las tareas más estúpidas que la humanidad haya podido inventar, un trabajo constan...

Esperando al tren: 1ª parte

El tren de las 8:30 llegó a la estación y derramó sobre el andén una infinidad de hormiguitas que caminaban afanosas en busca de sus sustento. En un esquina del andén dos, frente a un bar pequeño y atestado, se encontraba un quiosco aún más pequeño y donde, cansinamente pero sin pausa, se vendían todo tipo de lecturas y sueños para los viajeros que pasaban por la estación, y para la fauna autóctona que acudía a diario. Todos los días, a las 8:30 en punto, siempre aparecía un señor bajito y de pelo rizado que vestía con cierto aspecto informal, pero que en sus más ínfimos detalles denotaba a una persona correcta y educada: seleccionaba toda la prensa del día, pagaba religiosamente y tras un breve "hasta luego", proseguía su camino. Pero aquella mañana decidió pararse un ratito y charlar con el quiosquero: un chico joven de aspecto serio, pero su cara daba a entender que era lo suficientemente despierto como para no sorprenderse ante lo que pudiera ver o escuchar. Era amable y...

Reiniciando

El tiempo. El causante de todo. El que origina y finaliza. El que nadie siente pero todos conocen. El que pasa sin darnos cuenta. El que creemos eterno a veces, y veloz y efímero otras. El que queríamos que fuese rápido cuando niños para ser mayores y lento cuando mayores para no llegar al final. El tiempo. Todo en esta vida se para excepto él…o no. Conocí una vez a una persona que decía que podía "parar el tiempo". Creo recordar que le dije que eso era una paranoia de Carlos Castañeda; "hacer, no hacer, parar el tiempo", pero el me dijo que era verdad, que tenía el poder de detener el tiempo a su antojo. Era una persona cuyo aspecto no denotaba nada extraño en él, excepto su mirada  fría y penetrante. Siempre se ha dicho que los ojos no engañan y este hombre decía con la mirada que era verdad lo que decía o, al menos, se lo creía, así que como no pasa nada por comprobarlo le pedí que me enseñara como lo hacía. " ¿Estás seguro?, puede que luego te a...