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Mostrando las entradas etiquetadas como depravación

Al final de la escalera

D e un tejado histriónico emergen, sonidos pálidos adormilados en penumbras pestilentes. Desidia matutina envainada, resiste el canto de impotentes cuervos risueños. Presentimientos sobre suelo quebradizo, se agrandan y terminan por blandir el miedo atenazador. Dónde acaba la escalera de farolas escaldadas, se esconden miradas verdaderas en palabras turradas. Cuatro horas en un segundo. Tus ojos cortaban el aire, repartiendo trocitos en bocas hambrientas. Lobos heridos que huyen del tiempo. Tiburones desdentados. Tu cuerpo se hizo plomizo esperando en un perfecto laberinto perpetuo.

Latitud gótica

En el primer escalón a mis perversas pesadillas: oscuridad afilada, entornada; escalofríos premonitorios; cantes quemados; fragancias acorraladas, disonante sermón en esporas de mi antagonista. En el segundo escalón a mis perversas pesadillas: macedonias de incógnitas, atrincheradas; oblicuos estallidos en el aprisco correcto; atolladero alveolar; caricaturas precolombinas en depravada coreografía. En el tercer escalón a mis perversas pesadillas: agridulce pentagrama, retumbante; alcornoques calcinados exudando trementina; aurículas efímeras tarascadas supra eyecciones de escofras domésticas. En el cuarto escalón a mis perversas pesadillas: petrificada osamenta, claveteada; acres cavidades henchidas de inocencia; urdimbre sentimental; circunspectas limazas salivando en Muro Decadencia. En el quinto escalón a mis perversas pesadillas: Luzbel en selvática chimenea oxidada; acuosi...