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Remembranza de un amor oscuro

En la penumbra danzan sombras yertos, donde el amor, un cuervo, aletea su lamento, teje un manto oscuro, nexo entre corazones muertos, la nostalgia palpita, tristeza en cada viento. En el jardín de ébano, flores marchitas lloran, sus pétalos de éter acarician el recuerdo, un amor perdido, entre susurros se evapora, entre sus lágrimas, el alma se hace cuero. En la oscura alcoba, la felicidad suspira, entre susurros de suspiros en la penumbra, un abrazo frío, la luz que se retira, y en la eternidad del éxtasis se deslumbra. El sufrimiento, un eco en las paredes de obsidiana, resuena en gemidos que se pierden en la bruma, un amor que arde en llamas de agonía, una danza macabra, trágica y sin espuma. Bajo la luna llena, se entrelazan destinos, amor y sufrimiento, como sombras eternas, se abrazan en el silencio de sus crepúsculos divinos, donde la nostalgia suspira entre las puertas internas. En el crepitar de las velas, se escribe el poema, gótico y etéreo, en letras de tinta carmesí, un a
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Sacude tu tristeza

  Donde vas, con la cara que tienes no te da vergüenza, andar por ahí se te nota, la mirada cansada ¿has perdido, o no puedes reír? Si te sientes, como no regresas déjalo todo hecho y suelta tu tristeza Y libera tu mente, no la encierres acaricia al fin, el dulce sabor de lo raro Descansa los día de soledad ahora tienes que probar, antes de dar Despierta, despierta el sueño, que se quedó en tu trastero Y libera tu mente, no la encierres acaricia al fin, el dulce sabor de lo raro Si el cielo se cae encima de ti, míralo desde arriba si el cielo se cae encima de ti, míralo desde arriba

Riendo

  Las nubes me dominan, que lejos queda el sol el cielo se derrite quemando mi dolor Donde queda el camino de regreso a la raíz donde queda la salida que me quiero ir Niños que se esconden, los busco, ¿no los ves? me encierro en mi mundo cuento hasta diez Me sucede, cuando nada me lleva a ganar Que sucede, cuando siento cerca mi final Huyo, persigo y al final me tiendo sobre un manto de nubes grises Sigo corriendo y al final me tiendo en los brazos del mar riendo (riendo) como loco que se lleva el tiempo (riendo) riendo de todo (riendo) como alma que esquiva al diablo (riendo) riendo...

Nochevieja

  Tengo que decirte que no tengo sueños negros y me arrastro por un campo de rosas Que dejé de ser un canto olvidado empujado por las olas Tengo que decirte que me llevan mis demonios al camino lleno de minas esperando, lograr un tanto haciendo mías sus pesadillas Ya tengo mi campo vallado no permito nada anormal sueño con cielos azules fundidos a un mar de coral Siento que huyen las noches etéreas y hay un campo que labrar Donde lleva una hora cuando no queda ni un final y se detiene el tiempo bajo un sueño eterno y encuentro verdes uvas envueltas en un manto de plata haciendo que todo siga igual

El ente

  Seguí mi camino, en busca del embarcadero, mientras no dejaba de oír, los gemidos del tiempo Quizás tardó la lluvia en caer y los olores se hicieron pesados sentí rozar mi cuerpo con el amanecer, rodando tras un manto roído y aislado La razón se quedó en mis labios y la luz cerró las puertas Quien piensa que la muerte es un camino si al final perdemos lo que tanto sufrimos solo en la vida hay que vivir y en la muerte morir Derramado entre hojas raídas que en un mismo lugar acababan mi cabeza era una bala perdida que entre fuegos de artificio descansaba Arrímate a esta cueva negra permite que te haga un guiño en medio de la noche eterna, el cielo es un delirio La razón se quedó en mis labios y la luz cerró las puertas Quien piensa que la muerte es un camino si al final perdemos lo que tanto sufrimos solo en la vida hay que vivir y en la muerte morir

La metamorfosis

 En el proceso de larva a mosca, me encontré con un cateto cerumenélgico, el cual cantaba sin saber, que no podía ahuyentar el mal. Diez pasos de camino adelante, un mono rabioso, desdentado y enérgico, balbuceaba sin placer un poema de ironía suspicaz. Cuando mis alas vi desplegadas, y el horizonte se irguió ante mí, patético, por querer quise querer, la depresión se puede superar. Ya en el ocaso de mis horas contadas, el mono y el cateto rezongaban esperpénticos, la noche me hizo mecer a merced de un suspiro gutural.

Sin servir

  No hay nada que le pueda agradecer, a la maldita medicación. Mis ideas aparecen aturrulladas. Me he convertido en un simplón. No hay nada que pueda agradecerle, he perdido mi superpoder. Ya no dialogo con los muertos, ya no les susurro tomando café. No hay nada que pueda agradecerle, ni siquiera un instante de placer. Mi pueblo continúa con sus quehaceres, he olvidado lo que era poseer. No hay nada que le pueda agradecer, soy áspero y un sin servir. Las voces ya no me martirizan y sin ellas prefiero morir.

A buenas horas

Entre eucalipto y eucalipto pino, y entre pino y pino piedra. Sobre el horizonte el dragón de niebla tras el dragón de niebla Las Mateas. Arturo, Sirio y Antares, sobre María Gil, Lepe y Los Pajosos. El agua me sabe a lejía: ¡Otra vez están aquí los tramposos! Quejicas a tiempo completo en las terrazas formando bulla. Carreras por los adoquines: ¡Este año no he comido turmas! Y sigue Santa Bárbara tronando. Y siguen los chismes volando. Me han cambiado el Padre Nuestro entre whiskys de contrabando.

Yonki de la jerarquía

Descaradamente fuerte, amapola de dura piel. Desnuda de un amor amorfo, cayendo en la palidez. Llegó a su nueva cita, blandiendo el estigma en su mirar. Su culpa se revela al cosmos, negando su forma de hablar. Su opinión se ve mermada entre bromas sin intención y aplica al mundo la misma espada, sintiendo estar sin acción. Valora tu tiempo, descubre tu mundo. Absorbe el néctar cuándo esté a punto. Ignora la ciencia, crea tus cuentas. Buscando y no encuentras. Buscando conciencias. Señora de los vientos que evade la vida huyendo de los desiertos, buscando una salida. Acaba teniendo suerte, desdicha de varios. Aclamando al más fuerte conseguirá soportarlo. Destino de raíces camufladas en tinieblas, que definen lo sublime del que vive bajo tierra. Imagina que no puedes imaginar.

Mejor imposible

Deforme siento el tiempo de rodillas frente a un rincón. Cansado parece mi aliento que quiere empujar mi voz. Sincero parece el destino aparcado frente a mi puerta. Asciendo y busco un camino que quede lejos de tierra. Dónde se esconden las heridas, quién es el dueño del dolor. Por qué las noches van deprisa. Sólo pienso en un color. Cartílago aniñado, que se extiende por mi cuerpo: ¿Qué pasa con tu sed? Espanto, vacío de placer como un suéter de licra. Parezco un mono con los dientes en la mano, como un duende que ha perdido a su hermano. Caprichoso resulta mi juego, pero no se siente raro. Destripo los sueños que tuve hace tiempo y acabo llenando el mundo de ellos. Destrozo basuras que huyen del tiempo, desfloro ortigas creyendo que siento. Apuro las nubes que inundan el cielo y fijo mis ojos de espaldas a él.