Seguí mi camino,
en busca del embarcadero,
mientras no dejaba de oír, los gemidos del tiempo Quizás tardó la lluvia en caer y los olores se hicieron pesados sentí rozar mi cuerpo con el amanecer, rodando tras un manto roído y aislado La razón se quedó en mis labios y la luz cerró las puertas Quien piensa que la muerte es un camino si al final perdemos lo que tanto sufrimos solo en la vida hay que vivir y en la muerte morir Derramado entre hojas raídas que en un mismo lugar acababan mi cabeza era una bala perdida que entre fuegos de artificio descansaba Arrímate a esta cueva negra permite que te haga un guiño en medio de la noche eterna, el cielo es un delirio La razón se quedó en mis labios y la luz cerró las puertas Quien piensa que la muerte es un camino si al final perdemos lo que tanto sufrimos solo en la vida hay que vivir y en la muerte morir
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Su tabaco, gracias.