Luna afligida cansada,
se recuesta del hombro del tiempo.
Luna pendiente del lamento,
se recuesta del hombro del tiempo.
Y se siente palidecer,
ante el clamor de la locura.
Con una nube se tapó
anhelando la ansiada cordura.
Y no recordaba recordar.
Tejiendo una densa tela
tapiando su rostro bajo la arena.
No deja ver los senderos,
cierra el tiempo y quiere soñar.
Se entristece,
leyendo en el pasado.
Añorando,
viejos dulces olvidados.
Encuentra tarros,
llenos de obediencia.
Los vacía,
y se conforma con mirar.
Aleja al mundo,
de los secretos.
En una caja vieja...
lo tiene guardado.
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Su tabaco, gracias.