Sentado en tu cama
esperando algo soñado.
Indiferente, caído de un techo
de afiladas espinas repleto.
Gritas soltando el sueño,
ahogando la vida en detalles.
Sintiendo que vives de ellos.
Sufres y aíslas tus sentimientos.
Si la luna sintiera igual que tú,
quizás te alegrarías.
Y a veces sueñas despierto,
arrancando flores por deporte.
Si el mar te quisiera proteger,
quizás te asustarías.
Y a veces se despierta soñando:
quién sabe hacia dónde.
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Su tabaco, gracias.