Hay días que uno se levanta con el pie derecho o sencillamente no se ha acostado tras batallar en tierra de nadie, y esos días lo mejor es relajarse y esperar que todo vuelva a su cauce de manera natural. Y como irritarse es innecesario puesto que nada soluciona, y aunque se tengan motivos suficientes incluso exagerados para ello: sin trabajo, con problemas físicos crónicos, con problemas financieros certeros y en aumento, con una rémora social enorme, ninguneado y pisoteado, incluso humillado sin dar cuartelillo, encabronarse con el mundo nada deja, y eso es un hecho irrefutable, pero si alguien se encuentra en la situación explicada, no necesariamente tiene que cumplir todos los parámetros, liarse a hacerle cariñitos a todo el que pasa tampoco es una solución, más bien es una estupidez que carece de medida en el sistema métrico. Así que lo mejor será escuchar algo de música, porque buscar trabajo está más complicado incluso que encontrarlo, y más si en cuanto te das la vuelta tiran ...