Deseé parar el tiempo
y al veneno que nos hizo sordos.
Los acordes de un baile quedo,
camisa a cuadros y lazos rojos.
Deseé un instante eterno,
vaqueros mojados, melena en los hombros.
Tu voz, tu sonrisa, un requiebro,
la esquina de tu calle sin lobos.
Deseé un cuadro perfecto.
El universo infinito en tus ojos,
la osadía de un cobarde sin miedo
bajo tu ventana quemando rastrojos.
Deseé blandir el viento,
espantar de tu vera a los godos,
acariciar con ternura tu cuello,
elevarte por encima de todos.
Deseé parar el tiempo.
Camisa a cuadros y lazos rojos.
Mi voz, tu sonrisa, un requiebro
y al veneno que nos hizo sordos.
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Su tabaco, gracias.