Partiendo del hecho de que todo lo que tenga que pasar ya ha pasado, de que lo que pasa ya ha pasado, y lo que pasó ya ha pasado, la eternidad se convierte en una realidad incuestionable, y el tiempo en una invención chocante que impide la visualización correcta de las estructuras dimensionales a las cuales pertenecemos y enclaustra nuestra psique en bucles materialistas e ideas impuestas que inducen al temor a lo intangible y nos dividen para impedir que la verdad sea conocida, utilizando para ello armas camufladas tras la sátira (humor=amor, pero algunos confunden humor con producir dolor), la amistad (algunos confunden amistad con el poder de hacer lo que les plazca con los demás), o la religión como método de control e inducción del miedo: si Dios es amor, entonces todo aquel que demuestre miedo o temor ante su presencia, o su existencia, no formaría parte de lo suyos y se le negaría la entrada al paraíso. El miedo sólo lleva a sacar lo peor de nosotros: envid...